PRONUNCIAMIENTO DE MUJERES
ASISTENTES AL EVENTO CONMEMORATIVO DEL 60 ANIVERSARIO DEL VOTO DE LAS MUJERES
EN MÉXICO
IFE 8º Distrito y Movimiento de
Mujeres del Municipio de Chihuahua
El
derecho de las mujeres a participar en el ámbito de la política es reconocido
en la actualidad como un derecho humano fundamental, como un requisito básico
para la igualdad entre mujeres y hombres, el respeto pleno a la ciudadanía y el
fortalecimiento de la democracia.
Existen
diversos instrumentos internacionales y nacionales que reconocen y salvaguardan
los derechos políticos de las mujeres, entre los que se encuentran la
Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; Convención para eliminar todas las formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW); Convención para la Prevención, Sanción y Erradicación de la
Violencia contra la Mujer (Belém do Pará) todos ratificados por México. En el plano nacional contamos
con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres; Ley Federal para
Prevenir y Eliminar la Discriminación; además de las relativas leyes a nivel
estatal.
Estas
leyes nos han permitido avanzar, sin embargo, no lo suficiente, razón por la
cual organismos internacionales han hecho recomendaciones a México para
impulsar y sobre todo, hacer cumplir los mecanismos necesarios para lograr la
plena participación de las mujeres, como es el caso del Comité de la CEDAW que
hizo las siguientes observaciones en relación a los derechos políticos de las
mujeres, en su 7º y 8º informe consolidados.
- Revocación de disposiciones
discriminatorias contra las mujeres, como el párrafo 2 del Código Federal
de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) así como eliminar los obstáculos
que impiden que las mujeres participen en la vida política de sus
comunidades, en particular las mujeres indígenas.
- Asegure que los partidos políticos
cumplan con su obligación de asignar el 2% del financiamiento público que
reciben a la promoción del liderazgo político de las mujeres, en especial
de las mujeres indígenas a nivel municipal.
En
consideración a lo expuesto, podemos afirmar que en nuestro país se cuenta con
un marco jurídico que contiene las bases necesarias para lograr la plena
incorporación de las mujeres en la toma de decisiones y en la vida política:
lamentablemente aún no existen los mecanismos adecuados para hacer exigible y
efectivo este marco jurídico. No hemos alcanzado la plena participación
política en condiciones de paridad, a la par subsisten los múltiples obstáculos
en el acceso y permanencia de las mujeres en los espacios de poder, de toma de
decisiones y cargos de representación
política.
Como
mujeres consideramos es un problema estructural que requiere mecanismos que
aseguren la participación equilibrada entre mujeres y hombres en espacios de
toma de decisiones, ya que no puede existir democracia si a las mujeres se nos
impide el ejercicio efectivo del poder político.
La
participación política no está restringida a cuestiones exclusivamente
electorales o a la inclusión en el ámbito gubernamental, implica la incidencia
en la vida cotidiana y la reforma gradual en las condiciones de la vida de las
mujeres donde realmente se cumplan y se disfruten las leyes, y por ende, den
cuenta del derecho a una vida libre de violencia.
La
democracia paritaria no es exclusiva de un incremento de mujeres en cargos de
elección popular, es un fenómeno que incide de mayor a menor reflejándose en
los diferentes ámbitos en los que las mujeres hemos sido discriminadas y
excluidas por razón de género, implica también el reparto equilibrado de
derechos, responsabilidades y estructuras de poder entre mujeres y hombres.
En
respuesta proponemos lo siguientes puntos a considerar.
En relación a la
integración paritaria de órganos de dirección dentro de los partidos
recomendamos las siguientes acciones:
·
Política
incluyente por ende una democracia plena
·
Reforma de
estatutos de los partidos para incluir la paridad, y los que ya la tienen
establecida, incluir sanciones en la Ley Electoral del Estado.
·
Importancia de
formar alianzas entre las mujeres para impulsar la paridad.
En relación a las
condiciones de formación de liderazgos políticos de las mujeres desde los
partidos políticos consideramos:
·
Insuficiente
capacitación en términos de formar y promover liderazgos políticos y se realiza
únicamente en épocas electorales.
·
El
financiamiento destinado para la capacitación, promoción y desarrollo del
liderazgo político de las mujeres no se aplica adecuadamente.
·
La
capacitación debe permear a todas las mujeres del partido, sobre todo a la
base.
·
La
capacitación debe incluir perspectiva de género.
·
Sanciones a
los partidos que no destinen el recurso destinado para la capacitación,
promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres.
·
Que dicho
recurso sea entregado a las titulares de los organismos de las mujeres de los
diferentes partidos.
· Es necesario reglamentar la fiscalización en el uso del
financiamiento destinado a los partidos políticos para la capacitación,
promoción y desarrollo del liderazgo de político de las mujeres.
· Es importante ejercer el derecho a la información en los
partidos políticos y órganos electorales.
En cuanto a lograr
una formación de liderazgos políticos femeninos efectivos y participación
política en la población indígena consideramos:
- Capacitar a las mujeres indígenas para que construyan
su propia ciudadanía.
- Destinar recursos para la capacitación de las mujeres
indígenas.
·
Es necesario
que los Institutos Electorales (federal y estatal) impulsen una política pública
para empoderar a las mujeres indígenas.
En relación a medidas
de detección, prevención, atención y sanción sobre violencia política hacia
las mujeres es necesario:
·
Tipificar la
violencia política en la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia.
·
Visibilizar
los diferentes tipos de violencia política.
Así mismo a los partidos políticos y órganos electorales les
corresponde:
·
Fomentar la
participación democrática de la ciudadanía en los asuntos políticos y promover
la cultura democrática con perspectiva de género respectivamente.
Cuando
estudiamos la historia política de las mujeres constatamos la invisibilidad
histórica a la que hemos sido sometidas, no solo no hemos figurado en la
historia universal, quienes nos han descrito y decidido sobre nuestras vidas e
ideas han sido hombres, y esto nos ha llevado a no ser escuchadas más que –en
algunos casos- en el espacio privado, por ello, le recordamos a los diversos
poderes que bajo principios de justicia, ética y equidad que deben caracterizar
nuestro estado de derecho, tomen en cuenta la valiosa reflexión de Norberto
Bobbio al referirse al funcionamiento de una nación desde todas sus estructuras
“El mejor termómetro para medir el grado
de civilización de un pueblo es la situación de sus mujeres.”